El cine español hace ya muchos años que se liberó de sus complejos y no tiene miedo de producir todo tipo de películas. De hecho, en los últimos años estamos asistiendo a un goteo incesante (casi un chorro) de películas de misterio, terror y hasta ciencia ficción.
En Sexykiller hay todo eso y más. Sin embargo, la intención de esta película no es la de hacernos temblar, ni estremecernos ni maravillarnos. Sencillamente pretende hacernos reír jugando la baza de la parodia y las referencias cinematográficas.
Sus actores, la práctica totalidad, proceden de distintas comedias televisivas, su guión está lleno de detalles y guiños (muy obvios, nada rebuscados) a películas de terror en general y tanto el montaje como la banda sonora y el look de la película son desenfadados y rápidos.
El problema es que tanto parodiar y tanto jijijaja contra el cine de género (especialmente el hollywoodiense) acaba volviéndose contra la propia película que, sobre todo en su primera mitad, se hace cansina y se torna autoparódica. De hecho, es gracias al giro que se produce en su última parte que la película puede salvarse y hasta recomendarse, pues en ella están contenidos los dos o tres mejores gags del film.
La promoción de Sexykiller ha hecho hincapié en su baza argumental; la primera psychokiller femenina del cine, es española. No obstante, seamos realistas. Sexykiller no es REC, no se toma en serio a sí misma y por lo tanto nadie la va a tomar en serio, ni cuando compre una entrada al iniciarse su carrera comercial en nuestros cines, ni cuando llegue el momento de entregar premios en éste o cualquier otro Festival al que se presente. El personaje interpretado por Macarena Gómez, híbrido entre Hannibal Lecter (sic) y Paris Hilton según el guionista del film, no es más que una niñata a la que vemos matar a sus compañeros de clase a razon de uno cada diez minutos, pero carece de empaque y está totalmente al servicio de la comedia. En definitiva, tiene mucho de Paris Hilton y prácticamente nada (o absolutamente nada) de Hannibal Lecter. Además y por si fuera poco, ese dudoso honor de ser la primera psychokiller de la historia habría que discutirlo mucho porque, además de la horrenda secuela de American Psycho (donde la psicópata es una mujer), está la muy conocida, y además citada en Sexykiller, asesina de Viernes 13, es decir, la madre de Jason Vorhees.
En definitiva, estamos ante una película divertida aunque irregular, que sólo recomendaría como parte de una sesión doble o triple con otras joyas de nuestro género fantástico-paródico como “Acción mutante” o “La mujer más fea del mundo”.
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